En la década de los 80 Chile importó desde Suecia desechos mineros (relaves) altamente tóxicos con la excusa de que la empresa promel los iba a reprocesar. Finalmente esta empresa nunca reprocesó los relaves y estos desechos quedaron tirados en la ciudad de Arica. Lo que sí ocurrió es que el estado de Chile construyó viviendas sociales sobre los desechos mineros lo que trajo consecuencias gravísimas a la salud de las personas y medioambiente, convirtiéndose en una de las negligencias más grandes del estado chileno hacia sus ciudadanos. Hasta el momento , 2024, han sido cientos los casos de personas afectadas con gravísimos daños a la salud por esta negligencia y el caso de Isaias es uno más.
El año 2008 el padre de Isaías, Claudio, recibió una casa por parte del Serviu Arica, en Calle Capitán Ávalos 1679, Cerro Chuño 1, porque -según su información- no había contaminación allí. Su hijo Isaías nació en esa casa, pero -cuando tenía 6 meses de nacido- se enteraron por las noticias que el Servicio de Salud de Arica había ocultado por muchos años los resultados de exámenes de polimetales de personas que habían vivido en la zona, exámenes que habían sido manipulados (corriendo las comas en las cifras de presencia de metales pesados). La noticia agregaba que toda la gente enferma por esto, incluyendo algunos algunos fallecidos, no sabían su diagnóstico exacto o las causas reales de sus enfermedades. “Nos arrendamos un espacio lejos de allí, dejando esa casa abandonada por miedo a lo que le podía pasar a mi hijo, que entonces era menor de 1 año”, explica su padre.
En 2009 se implementó la Ley 20.590 de polimetales, que -se suponía- aplicaba la atención real de médicos toxicólogos, neurólogos y dermatólogos para casos de intoxicación o enfermedades relacionadas en las personas, lo que -hasta el momento- no se implementa. Ese mismo año, en diciembre 2009, a Isaías se le realizó el primer examen de polimetales, que solo medía plomo y arsénico, examen realizado en un hospital de campaña que montaron las autoridades de la época, debido a la gran la connotación pública que generaba el caso del Cerro Chuño y sus altos niveles de contaminación.
Claudio cuenta que el examen tomado a Isaías arrojó que estaba envenenado con plomo y arsénico por sobre la norma. “A los casos más graves, como mi hijo, los vio el médico toxicólogo Enrique Paris. Cómo Isaías era recién nacido, y debido a los niveles elevados, nos recomendó sacarlo del radio urbano de Arica”, relata. Este año comenzaron los primeros problemas de salud de Isaías, producto del acopio de polimetales que había en la cercanía de la casa entregada por Serviu. Estos problemas de salud estaban relacionados a su piel, casi al cumplir el año de vida.
Se le otorga a la familia un nuevo subsidio en el Valle de Lluta (en el Km. 15). Lo increíble es que allí también existía -y existe- contaminación por pesticidas. Cuándo comenzó Claudio, el padre de Isaías a investigar el tema.
Como no se tenía mucha claridad de la magnitud del problema, Claudio comenzó a solicitar atenciones médicas, las cuales eran muy escasas. Si tuvo atención dermatológica, éstas fueron a través de zoom, entregando como tratamiento usar una crema azufrada.
Lo que necesitaban era un toxicólogo, pero había un enorme y gran problema: este médico especialista sólo viajaba una vez al año a Arica, y a atender casos muy puntuales, como el de Isaías. Aunque se le realizaron mediciones constantes, no había luces ni claridad del tratamiento. “Hubo veces en que el médico pedía vacaciones, y venía en lapsus de 2 años, mientras que el tratamiento constaba solamente de unas gotas antioxidantes, que se las daba a Isaías, sin ver resultados o mejoras”, explica Claudio. Y agrega que nunca se le realizaron exámenes completos de otros especialistas, como de un gastroenterólogo o neurólogo. Por lo mismo, Claudio comenzó a investigar el tema, para saber cómo actuar ante la incertidumbre. Se enteró que en Chile no existe tratamiento para sacar los metales del cuerpo, sólo medidas paliativas y un análisis una vez al año, para ver si había más daño.
“A la fecha, y durante todos estos años, mi hijo presenta daños a la piel, intensos mareos y dolores de cabeza, además de otros síntomas, que no tenemos certeza cuál es la explicación”.
El año 2023 se incorporan a la medición otros metales que Isaías siempre tuvo en su cuerpo, pero que no se reflejaron en exámenes anteriores. Así, se le realizó un examen de polimetales en enero del año pasado, con Isaías de ya 15 años. Los resultaron demostraron altos niveles de cadmio y cromo. Se le toma por segunda vez, y los resultados son aún más alterados. Tras varios intentos de que el joven fuera atendido por una toxicóloga, esta puede atenderlo, dando una diagnóstico aún peor: la mezcla de metales en su cuerpo es muy riesgoso, más aún en su etapa de adolescente en desarrollo. Por lo mismo, este año la familia se viene a vivir a Santiago, pensando que acá encontrarían una mejor calidad de atención. “Pero nos dimos cuenta que, lamentablemente, en Chile no existen médicos especialistas en polimetales. Y nos enteramos que en otros países sí existe la tecnología y variedad de procedimientos para extraer los metales pesados del cuerpo”.
¿Cuáles son los caminos que deberían tomarse?
Tras analizar toda la cronología de este caso, los caminos que se debieron tomar desde el inicio de la ley polimetales, pero que aún son necesarios de implementar, son:
Modernizar el sistema de atención con especialistas que sepan que están atendiendo personas con metales en el cuerpo, puesto que estos metales muestran el daño a mediano y a largo plazo.
Que el dermatólogo considere que las llagas que muchos niños y adultos tienen son producto de la intoxicación de metales pesados.
Implementar el Sistema de Quelación de metales, que se utiliza hace años en otros países.
Realizar una ley integral no sólo basada en paliar los daños, sino que también enfocada en erradicar los metales de los cuerpos de los afectados. Esto aún no se hace en Chile.
Cambiar la metodología de los exámenes
Y modernizar los centros de atención y personal calificado para realizar estás tareas.
Método de Quelación
Según varias fuentes médicas, el método de quelación es una práctica con base biológica, y describe una reacción química en la que ciertas moléculas se unen a átomos metálicos (como calcio, cobre, hierro o plomo).
Los fármacos quelantes, como el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), se unen con metales para que puedan excretarse del cuerpo.
“La única esperanza que nos queda es que la empresa Boliden (empresa sueca que dejó abandonados cientos de toneladas de relaves en Arica, a principio de la década de los Ochenta) vea nuestra entrevista y nos financie un tratamiento en España en la clínica Mzk Biomedical en Madrid. A través de 20 secciones, se extraen por completo los metales del cuerpo. Así, se podría paliar el daño hecho a mi hijo. Del Estado Chileno no podemos esperar nada”.
Un gigante minero sueco arroja residuos peligrosos en Arica, en el norte de Chile. Posteriormente, miles de habitantes resultan dañados. Los sobrevivientes buscan justicia en un innovador juicio de responsabilidad corporativa.
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